Medicina china

Medicina Tradicional China

La Medicina Tradicional China (MTC) es un sistema médico reconocido por la Organización Mundial de la Salud que cuenta con una bagaje de 5000 años de historia. Como se puede intuir por su nombre, procede de China, aunque en la actualidad se practica en 183 países de un total de 194. En España es menos conocida, sin embargo, en Estados Unidos u otras naciones europeas, tiene mayor renombre y reconocimiento. En países como Francia está integrada en algunos hospitales, siendo estos mixtos, de forma que se usan ambas medicinas, la occidental y la tradicional china, para tratar al paciente. Asimismo, desde los años 90 la MTC está incluida en la seguridad pública y privada de algunos países, como por ejemplo, Suiza.

La prioridad de la MTC radica en restablecer el equilibrio de la persona, tanto a nivel físico como emocional respetando siempre el ritmo de cada organismo y considerando al cuerpo como un “templo”, nuestro templo, nuestro hogar, al que hay que cuidar y mimar. Por ello, los métodos utilizados para dicho empeño son naturales y respetuosos con la constitución de cada paciente, de forma que en ningún momento se recetarán productos que puedan ser perjudiciales o contengan efectos secundarios.

La MTC concibe al ser humano como una pieza más del gran puzzle que es el Universo, por esta razón la civilización china se ha pasado años estudiando y entiendo las leyes de la naturaleza con el fin de poder estar en armonía con la vida y mantener la estabilidad física, mental y emocional.

¿En qué consiste una consulta de MTC?

En MTC se presta atención no sólo a los síntomas indicados por el paciente, sino también la constitución innata, la climatología de la zona en la que vive y en la que se crió, el tipo de trabajo que tiene y, por supuesto, sus circunstancias personales (familia, trabajo, etc.) que puedan estar afectándole emocionalmente.

Una vez recabada toda la información, se toma el pulso según la MTC, se observa la lengua y se exploran los pies mediante puntos concretos de reflexología podal. Con todo, se obtiene un diagnóstico de la situación actual en la que se encuentra la persona y de las causas que lo originaron.

En base a todos estos datos, se configura un tratamiento personalizado que consta de tres partes:

Alimentación: en este apartado, se facilita un listado de alimentos, en el que se detalla cuáles son los recomendados y cuáles no según el diagnóstico del paciente. En esta sección lo prioritario es tratar de evitar, en la medida de lo posible, los alimentos que no son favorables. Si además, se incluyen aquellos que son beneficiosos, más rápido se avanza. El resto de alimentos que no se indican, a priori se podrían comer.

Este listado no deja de ser una recomendación, por lo que el paciente siempre será el que decida en última instancia si desea llevarlo a cabo o no. Desde la Medicina China, se considera que, si no se hace algún tipo de cambio en la alimentación, el progreso de sanación se ralentizaría.

Fitoterapia: son fórmulas magistrales a base de fitoterapia (hierbas y/o minerales) que se recetan en base al diagnóstico obtenido en consulta. En caso de que el paciente esté tomando medicación de la medicina occidental, se recetarán fórmulas que sean compatibles con dicha medicación, con el fin de que no interfiera. En ningún momento, se le indicará o recomendará al paciente que abandone su medicación, siendo su médico quien deba decidir al respecto.

Tratamiento Complementario: este apartado puede constar de tisanas, pastillas naturales o de alguna indicación de que se coma cierto alimento con regularidad. Evidentemente, todo atendiendo al diagnóstico obtenido en consulta.

El tratamiento en su totalidad (las tres partes) debe llevarse a cabo de forma continuada hasta la siguiente revisión.